lunes, 18 de abril de 2016

EL MENÚ PARA CUIDAR TU PESO

Olvídate de la típica “operación bikini”, cuidar nuestro peso es mucho más que eso pues de ello depende la salud. La acumulación de grasa corporal, sobre todo a nivel abdominal, está relacionada con riesgo de padecer múltiples enfermedades como la diabetes, el síndrome metabólico, enfermedad cardiovascular, etc. Pero obviamente, además, es importante mantener nuestro peso ideal nos va a permitir mantenernos en buena forma y sentirnos bien a todo nivel. De lo que se trata es de conseguir una proporción adecuada entre nuestra masa muscular y masa grasa, manteniendo o aumentando la primera y evitando que la segunda aumente en exceso. Y si estás intentando adelgazar o mantener tu peso, la dieta, además de la actividad física y otros factores, es muy importante, así que escoge las opciones más adecuadas para conseguir tu objetivo, independientemente de que estés en casa o vayas al restaurante. Vamos a este segundo caso, si comes fuera por trabajo o simplemente te apetece salir, aquí tienes unos consejos.

Cuando estés delante de un menú o una carta, busca las opciones más saludables, como las verduras, ensaladas o legumbres de primeros o los pescados o carnes blancas de segundos. También es importante escoger los platos preparados con menos aliños, salsas o grasas. En general, cuando estemos ante los platos que nos ofrece un establecimiento, lo único que tenemos que hacer es escoger adecuadamente de manera que lo que vayamos a tomar en su conjunto sea lo menos calórico posible. Pero, ¿cómo podemos conseguirlo? Escoge siempre los platos que:

  1. Tengan alimentos vegetales (ensaladas, verduras, legumbres, o acompañamientos de verduras o ensaladas)
  2. Estén hechos con pocas grasas (evitando salsas, fritos, carnes rojas y derivados)
  3. Hayan sido cocinados al horno, papillote, wok, vapor, brasa, cocidos o plancha
  4. Sean sin azúcares añadidos o con el menor contenido de azúcares posible

También es importante cómo combinamos los platos, podemos combinar una ensalada o una verdura de primer plato con un segundo a base de pescado, carne blanca o incluso pasta o arroz. La idea es que si escogemos un plato principal más calórico, el primero sea algo ligero, idealmente una ensalada. Para las cenas fuera podemos aplicar el mismo criterio aunque sería ideal combinar una verdura o una crema de verduras con un segundo proteico a base de pescado, carne blanca o huevo, evitando platos de pasta, arroz u otros demasiado ricos en hidratos de carbono o grasas. Y, ¿para postre? Lo mejor aquéllos basados en frutas, yogur, cuajada o quesos bajos en grasa (queso fresco, mató, etc).


Vamos un poco más allá, imaginemos que llegó el fin de semana y salimos de tapas. Entonces podemos apostar por las más sanas y ligeras como por ejemplo los pimientos de padrón, los champiñones u otras setas, las alcachofas, los espárragos, las aceitunas, los pepinillos, los berberechos, los mejillones, las navajas, los boquerones en vinagre, etc. Y, ¿para beber? Podemos tomar una copa de vino pero, si queremos disminuir las calorías al máximo, podemos beber cerveza sin alcohol, tónica, agua con gas, agua mineral o refrescos sin azúcar.

La idea es que cuidar nuestro peso no significa que no podamos disfrutar de alimentos y platos atractivos, aunque sí saber escoger los alimentos o platos en función de su contenido calórico. Los excesos siempre pasan factura y toda energía consumida y no gastada, va a los depósitos, normalmente en el abdomen. De todos modos, esto no significa que nunca podamos tomar algo más calórico, en un día o una ocasión especial podemos hacer una excepción, pues lo que influye más a largo plazo es lo que hacemos en el día a día. La idea general es no perder el objetivo de cuidar la salud en nuestra rutina, sea la que sea.   


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