jueves, 5 de febrero de 2009

Érase una vez...

Érase una vez un niño que no quería comer. Edu era pequeñito y a la hora de las comidas siempre tenía cualquier otra cosa más interesante que hacer, jugar, ver la tele, distraerse con una mosca e incluso dormirse! Le parecía la mar de aburrido y agobiante estar ahí quieto sentado en la trona, esperando a ver venir esa cuchara, llena hasta rebosar, acercarse a su carita... continuará...

domingo, 1 de febrero de 2009

Lactancia e introducción de alimentos durante el primer año de vida

La introducción de alimentos, después de la lactancia materna exclusiva, dependerá del tiempo que ha durado esta etapa, así como de las condiciones físicas y de salud del lactante y se hará según las instrucciones del pediatra. La curva de crecimiento y el peso del lactante pueden determinar el ritmo de la introducción de los alimentos, por ejemplo en el caso de los cereales. Si no hay ningún problema, la introducción de alimentos se puede realizar como sigue:

*Hacia el quinto/sexto mes: se puede introducir la fruta, los cereales sin gluten y/o la verdura. La primera semana se puede dar un poco de zumo de naranja cada día, a partir de la segunda semana se puede preparar un poco de papilla añadiendo paulatinamente las frutas y aumentando progresivamente la cantidad de papilla (más o menos hasta que incorpora media manzana, media pera, medio plátano y el zumo de una o media naranja) y después, si la mamá mantiene la lactancia materna, se puede ofrecer pecho. Se evitarán de momento las frutas que puedan causar reacciones alérgicas, como las fresas, otros frutos rojos y el melocotón. Si introducimos cereales deberán ser sin gluten y normalmente para una de las tomas de leche. En cuanto a las verduras es importante evitar aquellas ricas en nitratos, como las de hoja verde tipo espinacas y acelgas, preparar los purés para consumir el mismo día o como mucho al día siguiente y no recalentarlos.

*En el séptimo/octavo mes: introducir la verdura si todavía no se ha hecho, primero poca cantidad de papilla aumentando progresivamente, durante unas dos semanas, y después se puede introducir el pollo (pequeña cantidad, hervido y triturado con la verdura) durante unas dos semanas más. A partir de ahí se puede empezar con la carne de vacuno y después con el cordero, que se alternarán con el pollo, pues tienen mayor contenido en hierro. En esta etapa podemos empezar a introducir los cereales con gluten, puede ser interesante empezar mezclando pequeñas cantidades de éstos con los que no tienen gluten y aumentarlos progresivamente para minimizar una posible intolerancia a esta proteína.

*En el noveno/décimo mes seguimos con lo mismo pero en el puré de verduras podemos introducir ya la yema de huevo (no la clara pues tiene más proteínas y más potencial alergénico). En el décimo mes añadimos ya el pescado blanco, esperando unos quince días antes de introducir nada más, para comprobar la tolerancia al mismo. En este período también se puede empezar con las legumbres, teniendo en cuenta que mezcladas con patatas o arroz, representan un plato de igual calidad proteica que la carne.

*Hacia el año de vida se puede incorporar a la dieta la clara de huevo, alguna fruta como el melocotón, los yogures (si se introducen antes deberán ser preparados con leche de vaca adaptada), la pasta italiana, etc. A partir de este momento la alimentación tiene que ampliarse de manera que hacia los dos años sea prácticamente igual que la del resto de la familia, consolidándose también el aspecto de socialización de las comidas.