domingo, 28 de diciembre de 2008

Cómo compensar los excesos navideños



Es inevitable que en estas fiestas de Navidad se coma más de lo que es habitual. Nuestro organismo normalmente es capaz de regular el peso corporal manteniéndolo siempre más o menos en el mismo valor. Esto es así aunque durante nuestra vida hagamos pequeñas variaciones en la ingesta de alimentos. Pero las calorías que tomamos durante estos días pueden llegar a ser excesivamente grandes, de manera que a nuestro cuerpo no le queda otra alternativa que guardarlas en forma de michelines. Algunos trucos para evitar coger unos quilos de más sin dejar de disfrutar de las delicias navideñas son los que siguen:
*en las comidas de estos días evita el pan, come la mínima cantidad posible
*evita los refrescos u otras bebidas azucaradas
*toma agua y, si te apetece, un poquito de vino o cava
*a la hora del picoteo, intenta marcarte un límite y lo que vayas a comer, cómelo despacio
*sírvete raciones un poco más pequeñas de los platos principales y del postre
*a la hora de los turrones y polvorones, sólo coge de lo que más te guste y
*toma pequeños trozos cómelos despacio y saboreándolos
*después de una comida copiosa, bebe agua durante la tarde si notas que tienes sed
*y cuando llegue la hora de la cena, toma fruta y un yogur.
Los días después asegúrate de que tomas suficiente fruta, verdura y legumbre, si puedes algo más que de costumbre, para tomar menos calorías y así compensar un poco los excesos de días anteriores. Por unos días prescinde de alimentos ricos en calorías como pueden ser los dulces, bollería, snacks, etc. Recuerda que si tu dieta es equilibrada y variada, un exceso ocasional no tiene porqué representar un problema para el mantenimiento del peso corporal. Lo que sí debemos controlar es que esos excesos ocasionales no sean exageradamente desproporcionados, no es lo mismo pasarse de un poco que de mucho.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Un par de consejos...

Para mejorar día tras día tu alimentación, puedes realizar pequeños cambios con el objetivo de mantenerlos para siempre. Los cambios en los hábitos alimentarios deben ser así, lentos. Te proponemos un par de consejos:

*Come una pieza de fruta más al día: inclúyela en el primer almuerzo, o a la hora del café en la oficina, en la merienda o como postre en las comidas principales.

*Incluye frutos secos en tu alimentación por lo menos un par de veces en semana: un puñadito de nueces un día y un puñadito de almendras otro.

Con esto aportarás más nutrientes a tu organismo, y funcionarás cada vez mejor!