jueves, 27 de junio de 2013

FRUTOS SECOS VERSUS GALLETAS

Los frutos secos son unos "superalimentos" que nos pueden hacer ganar nutrición a tope pues nos aportan muchos minerales, vitaminas, antioxidantes, grasas saludables omega-3 y fibra. En general se consumen poco, ya sea por que se les considera demasiado calóricos o por que sencillamente no se encuentra el momento adecuado de ubicarlos en la dieta. Un puñadito de frutos secos es ideal para desayuno o para media mañana, para media tarde o para complementar una ensalada.

Un gran paso es empezar a cambiar algunas costumbres, por ejemplo en un momento en el que te comerías tres galletas, cómete un puñadito de almendras o nueces (crudas o tostadas sin sal añadida :) La diferencia es enorme: las calorías son sólo un poco superiores en el fruto seco pero éste aporta más fibra, más grasas saludables, más vitaminas y minerales (como el calcio, magnesio, potasio, fósforo...), menos azúcares, nada de colesterol y mucho menos sodio (sal). Mira la tabla ;)

Composición nutricional de 50 gramos de almendras y de 50 gramos de galletas tipo digestivas.


ALMENDRAS (50 grams) GALLETAS (50 grams)
Energia 290 Kcal 234 Kcal
Hidratos de carbono 3 g 32 g
Azúcares 2 g 6.5 g
Proteínas 10 g 3 g
Grasas 27 g 10.5 g
  Grasas saturadas 3 g 4.3 g
  Grasas monoinsaturadas 17 g 4.5 g
  Grasas poliinsaturadas  7 g 1 g
Colesterol 0 g 20 g
Fibra 4.5 g 2.3 g
Vitamina E 12 mg (mil·ligrams) 1.5 mg
Folatos 35 mcg (micrograms) 6.5 mcg
Biotina (vitamina B8) 32 mcg --
Calcio 224 mg 46 mg
Hierro 2 mg 1.6 mg
Potasio 383 mg 85 mg
Magnesio 129 mg 11.5 mg
Sodio 5 mg 300 mg
Fósforo 262 mg 44 mg
Cobre 0.5 mg 0.1 mg
Yodo 1 mcg --
Selenio 2 mcg --
Zinc 2 mg 0.2 mg

lunes, 17 de junio de 2013

EDUCACIÓN ALIMENTARIA, APRENDER A COMER!

Ya sabemos que el método pedagógico que tiene más influencia es dar ejemplo, por lo tanto, si queremos enseñar a nuestros pequeños a comer bien, tenemos que poner en práctica la dieta que predicamos.

En todos los ámbitos de la vida, la educación, la pedagogía y la transmisión de valores, requieren de gran  paciencia, persistencia y seguridad. ¿Verdad que cuando los niños aprenden a leer o a ir en bicicleta, enseñamos sin vacilación e insistimos un día y otro hasta conseguirlo?, ¿qué pensaría un niño si su padre o su madre intenta un día enseñarle a ir en bicicleta, pero como no le ha ido bien, no lo vuelve a intentar? Hombre, pero eso no lo haríamos, claro! Pues con la comida es igual, es necesario aprender a reconocer y disfrutar de diferentes sabores y texturas, pues de bebés sólo reconocemos como alimento seguro el sabor dulce de la leche materna... y a partir de ahí hay mucho recorrido que hacer.


Normalmente no pensamos en lo que cuesta crear un hábito saludable, ¿cómo conseguimos que los niños se laven los dientes cada día de una forma automática, autónoma y espontánea? Cuesta tiempo pero insistiendo día tras día se consigue y así lo hacemos. Y tener paciencia, ya que el aprendizaje es efectivo solamente en entornos positivos. Procurar no crear connotaciones negativas a las horas de las comidas, es básico.

Con los alimentos debemos hacer lo mismo. No importa si un día no hemos conseguido que prueben algo, otro día lo intentaremos, y así hasta conseguirlo. Si estamos seguros de que algo es bueno para ellos, así lo hacemos, así que aportar seguridad y serenidad es fundamental. Por ejemplo, aunque al niño no le guste el tomate o no lo quiera probar, no dejaremos de poner uno o dos trocitos en su ensalada, y animarle siempre a que se los coma. Y aunque al final pruebe un trozo minúsculo, eso es un triunfo y nos ayudará a que el próximo día pruebe otro trocito... Bien!

Pero sobre todo, hay algo que nunca debemos hacer. No debemos premiar que el niño se coma un alimento saludable (verdura, pescado, fruta, etc) con dejarle comer un alimento "no tan saludable"... Eso da el mensaje directo de alimentos buenos y malos que no nos interesa para nada a nivel de educación alimentaria.  Todos los alimentos caben en una alimentación equilibrada pero algunos sólo son para consumo ocasional.

Y si alguien sabe un montón de esto es Lindarina, Hada de los Alimentos, ella ha puesto su magia, dándoles colores variados, cuantos más alimentos de distintos colores comamos, más magia (energía) tendremos.

;-)

Fuente: Què hi ha per a sopar? de Laura Isabel Arranz. La Patumaire Edicions