martes, 28 de mayo de 2013

¿DOSIS TÓXICAS DE LOS NUTRIENTES EN LOS ALIMENTOS?

Los alimentos tienen nutrientes y los nutrientes tienen dosis diarias recomendadas y dosis máximas por encima de las cuales habría efectos adversos o tóxicos. Si seguimos una dieta equilibrada y comemos cantidades adecuadas, ganamos nutrición pero no tendremos ningún efecto negativo. Pero, pero en algún alimento, el límite entre lo nutricional y lo tóxico puede estar cercano. Vamos a ver un par de ejemplos:

¿Son las nueces del Brasil una buena manera de aportar selenio a la dieta?

Si, las nueces del Brasil son una gran fuente de selenio, contiene muchísimo, tanto que puede incluso no ser seguro si comemos demasiadas. Como otras vitaminas y minerales, el selenio tiene una ingesta recomendada que está entre 55 y 70 microgramos (mcg) al día, pero la dosis tóxica es a partir de los 400 mcg. Tan sólo una nuez de Brasil puede contener entre 70 y 90 mcg, así que comer una o dos al día es una buena manera de tener el selenio que necesitamos a diario. Pero si comemos más de un pequeño puñadito de ellas, entonces sí podemos fácilmente estar sobrepasando el límite seguro. Comer demasiado selenio de forma continuada puede dar problemas de salud diversos, desde digestivos hasta alteraciones nerviosas.

Y qué pasa con las zanahorias, se dice que son ricas en vitamina A, y ésta también puede tener dosis tóxicas...

En el caso de las zanahorias, así como en todos los vegetales, aunque sí son ricas en vitamina A, lo son en su forma precursora o "no activa" que es el betacaroteno. Consumir mucho betacaroteno tan sólo podría suponer una coloración amarillenta de la piel, ya que esta sustancia es un colorante natural, pero no habría ningún otro efecto dañino. En el organismo el betacaroteno se transforma en vitamina A en la medida en que ésta es necesaria, por tanto no es posible intoxicarse con esta vitamina tomando zanahorias o cualquier otro alimento vegetal. 

Fuente: The Scoop. A Newsletter for Consumers. Questions and Answers on Safety Concerns About Natural Products. Office of Dietary Supplements. National Institutes of Health. February 2013.

domingo, 19 de mayo de 2013

¿DÓNDE ESTÁ LA DIETA MEDITERRÁNEA?


La Dieta Mediterránea fue nombrada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este alto reconocimiento parece que va en contra de la tendencia actual, en la que nos alejamos de este tipo de alimentación tan valiosa. Se hace evidente que en las últimas décadas, los hábitos alimentarios de los países del Mediterráneo, como el nuestro, han evolucionado desde un patrón dietético tradicional, del ámbito rural, hacia patrones distintos que se identifican con lo que es una sociedad moderna, industrial y urbana. 

Desde los años 60 hasta nuestros días nuestro contexto social, laboral y nuestro estilo de vida han cambiado considerablemente, y esto ha repercutido de forma contundente en nuestra manera de comer. La Dieta Mediterránea se desdibuja en una sociedad que cada vez se distancia más de sus valores: alto consumo de verduras, legumbres, frutas, frutos secos y cereales integrales, presencia habitual del pescado, bajo o moderado de lácteos y carnes, consumo regular de vino en pequeñas cantidades y uso diario de ajo, cebolla, especias y de aceite de oliva tanto para aliñar como para cocinar. 


En la actualidad tomamos más grasas, en general, y más grasas saturadas, en particular, ya que comemos más alimentos de origen animal que hace unas décadas, a la vez que también ingerimos menos hidratos de carbono complejos (cereales, patatas, legumbres...) y menos fibra (frutas, verduras, legumbres...). También, por comodidad la población actual toma menos alimentos frescos y más alimentos elaborados y precocinados, cosa que también favorece la ingesta de grasas saturadas y trans. Además, hemos perdido riqueza en micronutrientes, pues nuestra dieta se ha vuelto menos rica en los alimentos que la contienen. 

Otros cambios también están afectando a las costumbres alrededor de la mesa, pues cada vez comemos más fuera de casa, menos en compañía de la familia o amigos y además las comidas duran cada vez menos tiempo. Y por supuesto, ya no queda lugar para la tradicional siesta. Y es que todos estos cambios vienen asociados a otros muy importantes como es la disminución en la actividad física diaria, el incremento del grado de estrés y la falta de horas de sueño. Todo ello favorece un contexto peor para la salud, incrementando el riesgo de padecer algunas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis, algunos tipos de cáncer, trastornos del sistema inmunitario, etc. 

¿Qué hacemos entonces? Se nos plantea un nuevo reto como sociedad. Ya que ahora sabemos más sobre cómo cuidar nuestra salud y mejorar nuestra calidad de vida, tenemos la oportunidad de ser abanderados de la Dieta Mediterránea haciendo uso de ella a diario. Os recomendamos darle un vistazo a la nueva pirámide de la Dieta Mediterránea adaptada a nuestros tiempos modernos ;-)

Y si tenéis dudas siempre podéis consultar a: Equipo Gana Nutrición

Jornada Dieta Mediterránea en Alcanar, 25-26 Mayo 2013. (Programa)
Rueda de prensa presentación de la Jornada: