domingo, 12 de abril de 2009

Érase una vez... (continuación)


... Edu y su mamá habían estado peleando duro. Ella insistía en que él comiera su rico puré de verduras y pollo, él continuaba creyendo que había otras muchas cosas más interesantes que hacer. A medida que pasaba el tiempo los ánimos iban decayendo y la paciencia de ambos también, así que al final el pequeño cayó rendido y se quedó dormido. La madre exhausta recogió la comida y acostó al pequeño. Se preguntaba qué estaba haciendo mal? Ya no sabía como afrontar las horas de las comidas sin ponerse nerviosa. Y suponía que su hijo eso lo percibía. Ella también durmió una siesta para recuperar las fuerzas perdidas. Mientras duró el sueño de ambos algo extraño pasó. Fueron visitados por un fantástico personaje, el Hada de los alimentos. Era una criatura llena de color, vivaz y encantadora. A Edu le explicó un cuento sobre cómo se ponen de tristes los alimentos cuando las personas no les quieren ni probar. Y a la mamá el Hada le contó cómo afrontar las horas de las comidas con seguridad, tranquilidad y sentido común, para que su hijo tomara interés y comiera como un campeón.

A partir de ese día las cosas fueron mucho mejor, y es que a veces no hay cómo un pequeño consejo por alguien experto que sabe de lo que habla. Recordad al Hada de los alimentos...