miércoles, 15 de julio de 2015

ENSALADA VERANIEGA DE LENTEJAS

El CALOR del verano nos agota y hasta nos quita las ganas de COMER. El cuerpo pide líquidos y alimentos frescos pues necesita hidratación. La fruta de verano, como la sandía y el melón, es una buena opción apetecible, fresquita, ligera y con mucha agua. Pero en verano seguimos necesitando todos los nutrientes igual que el resto del año. 

Si tomamos FRUTA y ENSALADAS tenemos asegurados los micronutrientes, es decir, las vitaminas y minerales, además de otras sustancias antioxidantes que irán muy bien para contrarrestar la elevada exposición solar en estos meses. 

Cuando tomamos ENSALADAS DE PASTA estamos tomando hidratos de carbono que, además, también los podemos incorporar con los cereales del desayuno o con un poco de pan integral en las comidas o a media mañana o media tarde. 

Y, ¿qué pasa con las proteínas? No solo las podemos tomar con alimentos de origen animal, lo correcto es que aproximadamente la mitad de las que tomamos también vengan de alimentos de origen vegetal. Y aquí entran en escena las LEGUMBRES, las reinas de la proteína vegetal en nuestro contexto alimentario. Pues el verano también es tiempo para ellas! 

Un buen plato de ensalada de lentejas puede ser una excelente opción, fácil, fresquita, nutritiva y rápida! 

RECETA: 

Mezcla las LENTEJAS ya cocidas con un poco de ATÚN, LECHUGA, TOMATE, y un poco de ARROZ o cuscús (así haremos proteína de alta calidad -igual que la de la carne-). Aliña con una pizca de sal, y un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra. 

Opcional: Huevo duro (recomendable si es plato único), aguacate (aportará calorías pero también omega-3 y antioxidantes), anchoas (aportará omega-3 y mucho más sabor), olivas. 

Si además este plato lo acompañas de un buen zumo de frutas natural, la propuesta es inmejorable!

Comer SALUDABLE es FÁCIL y DELICIOSO! O no?

Dra. Laura Isabel Arranz
Asesoramiento nutricional familiar e individual


sábado, 4 de julio de 2015

NIÑOS QUE COMEN SANO: 5 IDEAS CLAVE

Los padres queremos que nuestros hijos coman bien para que crezcan sanos y tengan buena salud. Nos preocupamos por hacer menús saludables para los niños. Tenemos mucha información que no llega de muchas fuentes y además la publicidad de los alimentos juega un papel importante en nuestros criterios de elección pues atrae nuestra atención y también la de nuestros pequeños. Aquí os comparto cinco consejos que son básicos y clave para conseguir niños quecomen bien:
  1. La compra la hacemos los padres, los niños participan. Los adultos somos los que tenemos que decidir, no podemos dejar que sus peticiones nos arrastren a comprar alimentos que no son correctos nutricionalmente. Fijaros que, en general, los productos para niños acostumbran a tener muchas más grasas y azúcares, así que conviene comparar y decidirse por los mejores en este sentido. Así, podemos dejar que nuestros hijos escojan entre las opciones que nosotros ya hemos “pre-seleccionado”, entre las mejores para ellos. En la pescadería y en la frutería podemos hacer que se diviertan y se involucren en la compra del pescado, la verdura y la fruta, de manera que así favorecemos la aceptación hacia estos alimentos. 

  2. Cuanto antes mejor y cada uno a su ritmo. Las preferencias alimentarias se adquieren muy pronto, así, cuanto antes introduzcamos todo tipo de alimentos mejor (siempre respetando las pautas del pediatra cuando los niños son muy pequeños). Pero tenemos que respetar que cada uno vaya a su ritmo, habrá niños en que será muy fácil y otros en los que tenemos que tener más paciencia. Además los niños tienen que comer solos, debemos dejar que sea autónomo evitando darle de comer para “ganar tiempo”. No es bueno que los niños perciban que “comer” es una imposición. 

  3. Los dulces son lo que son. Si los tomamos en ocasiones especiales y dentro de un contexto de una alimentación saludable no tendrá repercusiones negativas para nuestra salud. Evitad que los dulces sustituyan a la fruta, que formen parte habitual de la merienda o que estén frecuentemente en forma de zumos azucarados o refrescos. Y lo que es más importante, no hace falta transmitir a nuestros hijos que los ducles son “malos”, pero sí que son alimentos para tomar de vez en cuando, en ocasiones especiales. 


  4. La comida no es nunca ni un premio ni un castigo. Tenemos que procurar desvincularlo, demostrar el cariño y el reconocimiento de las cosas bien hechas con abrazos, elogios y tiempo dedicado a ellos. Si les damos alimentos como premios estamos generando un mecanismo por el cual cuando sean mayores pueden llegar a utilizar compulsivamente o erróneamente los alimentos para calmar la ansiedad, el estrés o las emociones negativas. Y evidentemente tampoco debemos castigar con un alimento pues el mensaje que estamos dando es “este alimento es malo”.
  1. Evitad el típico menú infantil. Cuando salís a comer fuera de casa es una excelente oportunidad para que los niños prueben alimentos y recetas diferentes de las que toman habitualmente en casa. Seguramente habrá un interesante plato de pasta, verduras, carne, pescado, etc, que si a nosotros nos parece delicioso por lo bien cocinado que está, a los niños también puede resultarles un placer para el paladar. Dadles la oportunidad de probar y dejad para otro día la opción poco original de los macarrones o la carne rebozada. Si lo que ofrece el restaurante es bueno para los adultos, ¿por qué no lo va a ser para los niños?
Y no olvidéis que los niños imitan a los padres, así que no hay mejor manera de transmitir buenos hábitos que con nuestro ejemplo. Y esto os lo digo, además de como profesional de la nutrición, como madre orgullosa de ver las buenas elecciones que mis hijos adolescentes hacen a la hora de comer.

Feliz verano y buen provecho!

Dra. Laura Isabel Arranz
Asesoramiento nutricional familiar e individual
www. gananutricion.es 

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