sábado, 27 de junio de 2015

NOKAV DJOKOVIC Y LA MODA DEL “GLUTEN FREE”

La moda de la dieta“gluten free” está a la orden del día, siendo cada vez más practicada en la sociedad actual. Sus seguidores afirman que la eliminación del gluten de su dieta les ha ayudado a “sentirse mejor”, eliminando aquellos problemas digestivos y reduciendo el impacto de numerosas enfermedades relacionadas, además de ayudarles a reducir el peso corporal.

En los últimos años, diversas caras conocidas se han unido a la moda “gluten free” y, como era previbisible, algunos deportistas se han querido sumar a esta iniciativa. El mismísimo Novak Djokovic, todo un nº1 del tenis mundial, publicó un libro “SERVE TO WIN”, donde llegaba a afirmar que la dieta sin gluten “me cambió la vida de una manera positiva, y mi comportamiento dentro y fuera de la cancha”.

El tenista serbio había sufrido graves problemas digestivos en los últimos, obligándole incluso a detener partidos por las continuas náuseas y problemas digestivos. Todo cambió cuando en el 2010, después de disputar un partido en Open de Australia donde había padecido vómitos recurrentes, fue diagnosticado de celiaquía. A partir de aquí, empezó la dieta “gluten free” y los síntomas digestivos cesaron.

Así es, la dieta libre de gluten es el único tratamiento posible ante la celiaquía. En este caso, la exclusión del gluten de la dieta está más que justificada, siendo este el único tratamiento posible.

El problema viene cuando la población que no presenta intolerancia al gluten, es decir, no celíacos, deciden excluir esta proteína de su alimentación. La celiaquía solo se confirma con una biopsia intestinal (unida a la valoración de diferentes anticuerpos), por lo que si no realizamos dicha biopsia no se puede confirmar el diagnóstico y no hay justificación de la no ingesta de gluten.

Entonces, ¿por qué estas personas se sienten mejor al eliminar productos que contengan trigo, cebada, espelta o kamut, entre otros? Es sabido que la celiaquía afecta alrededor del 1 % de la población en España, pero también se presupone que hay gran parte de población no diagnosticada (son los celíacos potenciales), por lo que estas personas se podría beneficiar de la eliminación del gluten de su dieta (de aquí posiblemente la mejora de los problemas digestivos al eliminarlo). Además, otros factores como la baja ingesta actual de fibra soluble e insoluble, así como de probióticos, ha hecho que la salud intestinal de la población no sea del todo correcta, por lo que los problemas de digestión y absorción suelen ser habituales. Si eliminamos los productos que contienen gluten, posiblemente estaremos consumiendo menos alimentos perjudiciales para nuestro intestino, como las harinas refinadas o los dulces (galletas, bollería…), lo que podría ser otra explicación a esta mejora de la sintomatología digestiva. Por último, ya se están describiendo casos donde la biopsia intestinal no confirma el diagnóstico pero la eliminación del gluten de la dieta aporta beneficios positivos a nivel digestivo, a esto se le ha denominado “sensibilidad al gluten” y es un campo que se está investigando.

¿Tienes alguna duda?Como resumen, es importante consultar a un profesional ante problemas digestivos recurrentes y sólo eliminar el gluten de la dieta si se ha sido diagnosticado de celiaquía (con biopsia que lo confirme). Debemos estimular nuestra salud intestinal, por lo que ya no “somos lo que comemos”, sino que “somos lo que absorbemos”.

Jordi Costa Gómez
Dietista-Nutricionista
Nutrición Deportiva
www.gananutricion.es



lunes, 22 de junio de 2015

¿EXISTE EL BIEN Y EL MAL EN EL COMER?

¿Existe la dualidad del bien y del mal en la comida? Todos nosotros sabemos lo importante que es comer bien para disfrutar de una buena salud. Todos sabemos que comer mal nos perjudica y cuando hacemos un exceso la voz de la conciencia nos da un toque de aviso. Tenemos idea de que hay alimentos que son malos y por eso nos sentimos culpables cuando los tomamos. Pensamos que comer saludable es difícil pues nos obliga a privarnos de platos que nos gustan y además cuando algo se nos prohíbe más lo deseamos. Es más, en esas circunstancias pensamos mucho más en lo que no tenemos (en lo que no podemos comer) que en lo que sí tenemos (todo lo que sí podemos comer). El bien y el mal, lo prohibido y lo permitido... No, este no es el camino adecuado para una vivencia en armonía con nosotros y nuestra alimentación.

Permitidme hoy esta reflexión personal que me apetece compartir. En mi entorno, tanto personal como laboral, algunas personas me observan como modelo de buenos hábitos alimentarios, obviamente por la sencilla razón de ser profesional de la salud dedicada la nutrición en cuerpo y alma y de practicar con el ejemplo, claro. Muchas veces me hacen comentarios del estilo “tu no debes comer estas cosas, verdad?” refiriéndose por ejemplo a un dulce postre, a un trozo de pastel o a unos croisants. Y yo siempre les digo que claro que como de “esas cosas”, sólo que lo hago en ocasiones realmente especiales. Entonces viene el siguiente comentario “claro, es que debes tener mucha fuerza de voluntad”… y yo contesto que no, que he aprendido a comer bien disfrutando de todos los alimentos y que también me deleito de esos “alimentos pecado” pero sólo de vez en cuando, cosa que no me supone ningún sacrificio, privación, ni sensación de ansiedad. Yo no tengo más voluntad, ni soy mejor, solo tengo más información, he aprendido y decido y disfruto con criterio de salud. Y como pienso que la información es un derecho que todos tenemos, por eso me gusta compartir la que conozco y la difundo.

Necesitamos aprender a comer. No nacemos enseñados y, es más, no vivimos en un contexto en el que el saber natural instintivo nos sirva pues nuestro contexto queda ya bastante lejos de la vida en el campo en contacto con la naturaleza y con una disponibilidad limitada de alimentos. Al contrario, nuestro contexto se aleja de esto y además nos ofrece, afortunadamente, muchas opciones de compra de alimentos. De forma instintiva tenemos afinidad por lo dulce, lo graso y lo calórico, pero esto sólo nos protege en contextos de escasez de alimentos. Hay que educar al paladar a apreciar todo tipo de alimentos. Pensemos por ejemplo que el límite calórico que antes lo ponía el contexto (poca disponibilidad) ahora debemos ponerlo nosotros.   

Necesitamos conocer para escoger. ¿Cómo voy a comprar un buen ordenador adaptado a mis necesidades si no tengo ni idea de informática? Necesitaré haber leído o estudiado durante un tiempo o asesoramiento de un experto, aunque sea en la tienda un rato antes de la compra, para poder hacer una adquisición mínimamente adecuada. Seguramente no le hemos dado la importancia que se merece a la educación alimentaria. Somos lo que comemos ya que es algo que hacemos a diario y que influye profundamente en nuestra salud. Entonces aprendamos a comer, desde pequeños, igual que aprendemos a leer, escribir o a lavarnos cada día. Pero eso sí, aprendamos de una forma agradable, disfrutando de todo lo que probamos y con la paciencia suficiente que requiere cualquier proceso de aprendizaje. Si conocemos los alimentos y sus propiedades, compraremos con buen criterio.

Necesitamos disfrutar de la comida. Es absurdo negar la parte social, emocional y placentera de la comida. No solo nos alimentamos para nutrirnos, también lo hacemos para deleitarnos con aquello que nos gusta. Es algo que forma parte y debe formar parte de la alimentación. Comer tiene que ser agradable, un estímulo para nuestros sentidos, la vista, el olfato, el gusto, el tacto, incluso el oído! Sabores, colores, texturas, aromas, sonidos… Comer sano no significa dejar de disfrutar con la comida, cuidarse no es prohibir. Y es más, aplicar la creatividad a la comida es despertar esos sentidos para entrar en una nueva dimensión de lo que significa comer bien. Un plato de verduras puede ser soso y poco estimulante si tan sólo las hemos hervido, pero, ¿qué ocurre si las hacemos en un wok y les ponemos especias, una puntita de sal y aceite de oliva? Delicioso!

Dicho todo esto y como les digo a muchas de las personas que me consultan, que no hay ningún alimento que se deba prohibir o eliminar de la dieta por malo (excepto si se tiene una alergia o una intolerancia), pero que tampoco hay ningún alimento que sea tan “súper” bueno que debamos tomarlo desproporcionadamente para obtener sus beneficios. Que todos y cada uno de los alimentos tienen unas propiedades que determinan su riqueza y características nutricionales y su contenido calórico. Y que dependiendo de esto lo que sí tenemos que saber es la cantidad y frecuencia de consumo adecuado para cada uno de nosotros. Fruta y verdura cada día sí, churros cada día no. 

Si la dieta es saludable en el día a día, ¿por qué no vamos a poder comer un capricho un día especial? Se puede y sin remordimientos J

Dra. Laura I. Arranz
Fundadora de Gana Nutrición

@LauraIArranz    

sábado, 13 de junio de 2015

CREMA CATALANA CON FRESAS Y NATA (6 personas)

Disfrutad de este rico postre que hoy nos propone nuestra dietista-nutricionista Mireia Garcia Lloret para el fin de semana.

Delicioso!!!

























Ingredientes:
  • 500 ml de leche
  • 3 yemas de huevo
  • 20 g de maizena
  • 100 g azúcar
  • Corteza de limón
  • Canela en rama
  • Fresas
  • Nata montada

Preparación:

  • Calentar la leche en un cazo con la corteza de limón y la canela en rama.
  • Disolver la maizena con un poco de la leche caliente.
  • Mezclar las yemas con el azúcar.
  • Añadir la leche caliente y la maizena disuelta a la mezcla de yemas y azúcar fuera del fuego.
  • Volver a poner al fuego y remover constantemente hasta que empiece a espesar sin que llegue a ebullición y repartir en las copas.
  • Dejar enfriar en la nevera.
  • Limpiar y cortar las fresas.
  • Terminar de montar las copas con una capa de fresas y otra de nata montada.

Mireia Garcia Lloret
Dietista-nutricionista
@mirewini 

jueves, 11 de junio de 2015

PERO, ¿QUÉ PASA CON EL GLUTEN?

La enfermedad celíaca es un desorden producido por una respuesta inmunitaria al gluten en individuos con predisposición genética.

Aunque la prueba de intolerancia a esta proteína o la de anticuerpos den positivas, para su diagnóstico, es necesaria la realización de una biopsia intestinal que demuestre la intolerancia, por la alteración de la mucosa. Si el diagnóstico se confirma, se debe seguir de forma estricta una dieta sin gluten durante toda la vida pues el consumo de pequeñas cantidades de gluten puede producir lesión de las vellosidades intestinales, sin que ello suponga la presencia de síntomas.

El celíaco puede tomar todo tipo de alimentos que no contienen gluten en su origen: carnes, pescados, huevos, leche, cereales sin gluten (como arroz y maíz), legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasas comestibles (aceites, mantequillas, margarinas) y azúcar.

Otras patologías en las que una dieta sin gluten podría tener cierta utilidad son ciertas enfermedades autoinmunes crónicas como la psoriasis, la artritis reumatoide y diabetes mellitus tipo 1, que pueden presentar sensibilidad al gluten no celíaca. Esto significa que son personas que presentan síntomas digestivos que pueden llegar a confundirse con los de la intolerancia al gluten, pero que dan negativo en los test de sangre y en la prueba de la biopsia para esta enfermedad. Pero cuando se les retira el gluten mejoran las molestias. Sin embargo, se tienen todavía pocos conocimientos sobre este síndrome y se requieren más investigaciones, ya que es posible que la eliminación de otras sustancias comunes en los alimentos con gluten, sean las responsables reales en lugar de esta proteína.

Así, a día de hoy, no hay datos que sustenten que seguir una dieta sin gluten aporte beneficio alguno en la población general, ni para el control de peso, ni para el deporte, ni para disminuir sintomatología de enfermedades, cuando no hay ni celiaquía ni sensibilidad al gluten no celíaca. Seguramente, antes de pensar en quitar el gluten, deberíamos asegurarnos de que nuestras dietas son ricas en nutrientes con alimentos saludables y lógicas o respetuosas con nuestra microbiota intestinal (flora intestinal). 

Continuará... 

Iria Quintáns
Dietista-Nutricionista
@IriaDN
www.iriaquintans.com 
www.gananutricion.es 

jueves, 4 de junio de 2015

¿QUÉ HACEMOS EN NUESTRAS ACTIVIDADES FAMILIARES?

No hay nada que más nos guste como profesionales de la salud y de la nutrición que explicar la importancia de este tema tanto a los niños como a sus papás. Creemos profundamente que APRENDER, en este caso a COMER BIEN, es cosa de todos y que se disfruta más y se consiguen mejores resultados si lo hacemos todos juntos.

En nuestras actividades creamos un espacio divertido de aprendizaje adaptado a dos públicos muy distintos: adultos y niños.

La familia es el principal núcleo para la educación de los hijos y también para vivir experiencias positivas que vinculen a todos sus integrantes.

Cuando hablamos de comer bien, hablamos de disfrutar con comida sana, equilibrada y cocinada de forma apetitosa y estimulante. Comer sano NO ES ABURRIDO!!! De verdad, no lo es, todo lo contrario. Comer saludable representa estimular todos los sentidos, desde la vista, con los diferentes colores de los alimentos, pasando por el olfato, el tacto, el gusto y por qué no también el oído. ¿O no disfrutáis cuando escucháis el agradable y excitante crujir de un buen pan o de un rico hojaldre?

Sin embargo, a pesar de todo, es necesario APRENDER A COMER BIEN. Cuando somos solo unos bebés tomamos la leche materna o de fórmula, asociando así un vínculo inevitable con lo dulce y lo graso, y eso es lo que reconocemos a priori como seguro y nutritivo. El primer día que introducimos otros alimentos como la fruta, la reacción siempre es de “sorpresa” y de rechazo más o menos acentuado. Y es normal, no nacemos sabiendo comer de todo, así que tenemos que asumir que este es un proceso educativo más que debemos integrar en el desarrollo integral de nuestros hijos. Les enseñamos a leer, a lavarse los dientes, a ir en bicicleta, etc, y también debemos enseñarles a comer bien.

Después de haber hecho muchas charlas y talleres para mamás y papás, un buen día nos dimos cuenta de que en esas actividades faltaban los principales implicados, los niños! Así que decidimos que a partir de ese momento nuestras actividades siempre iban a ser para toda la FAMILIA. Venid todos pues tenemos algo que contaros! Y ya hace unos años que disfrutamos de este modelo de actividad, que, es algo más “ruidosa” pero millones de veces más efectiva y satisfactoria para todos. Los adultos escuchan una pequeña charla, tienen opción de resolver sus dudas, conocen cómo programar los menús de la familia… Y los niños lo pasan pipa haciendo de artistas, elaborando un bonito “collage” con diferentes materiales que representa un plato con alimentos de todos los colores. Y cuando acabamos todos hemos aprendido cosas, nosotros también, pues cada sesión nos enseña cómo podemos hacer un poco mejor nuestro trabajo de divulgación.

No puedo acabar este post sin mencionar que estas actividades familiares son siempre posibles gracias a un EQUIPO de personas, que además son grandes profesionales, y que se unen a esta iniciativa por pura vocación. Empecé mis “bolos” sola y poco a poco encontré gente fantástica que empezó a ayudarme, en los inicios fueron Carmen, Pili, Nuri y Carme. Ahora otros colaboradores se han subido al carro y podemos hacer cosas aún mejores y eso es infinitamente gratificante. Gracias Jonathan, Mireia, Jordi, Iria, Núria y Neus por vuestro interés en este proyecto Gana Nutrición!

Y por supuesto, gracias a todas las familias que en alguna ocasión habéis participado en nuestras actividades! Esperamos poder volver a veros J

Dra. Laura I. Arranz

Fundadora del proyecto Gana Nutrición