jueves, 22 de noviembre de 2012

Vitamina C y sistema inmunitario

En nuestro organismo disponemos de un sistema de defensa muy complejo y que está distribuido por todo nuestro cuerpo, ya sea en forma de células, proteínas, tejidos, u órganos. Se trata del sistema inmunitario, que nos protege contra las agresiones externas como, bacterias, virus, hongos, parásitos, o determinadas sustancias, que forman parte del mundo que nos rodea. Como para todos los órganos o sistemas que nos componen, un buen estado nutricional es uno de los factores más importantes para su funcionamiento. Por ello, una correcta alimentación es la base para aportar a nuestro sistema inmunitario todos aquellos nutrientes que necesita para realizar su trabajo, manteniéndonos sanos y ayudando a prevenir posibles infecciones.

Sobre nuestro sistema defensivo

El sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos, que se encuentra por todo nuestro organismo para poder protegerlo de agentes externos que podrían provocarnos una enfermedad u otras reacciones no deseables. Desde la piel, la sangre, la linfa, los órganos, hasta la pared del intestino, esta protección nos envuelve tanto por fuera como por dentro. Como para cualquier otro tipo de maquinaria en que pudiéramos pensar, nuestro organismo y el sistema inmunitario necesitan recursos para funcionar, principalmente energía, ciertos nutrientes, y una temperatura adecuada. La energía y los nutrientes nos los facilitan la alimentación, y la temperatura corporal ideal nos la proporciona nuestro propio organismo a base también de gastar energía de la que consumimos con los alimentos.

La alimentación sí importa

No podemos obviar la relevancia de alimentarnos bien para tener un buen estado de salud. En especial para el sistema inmunitario, hay una serie de nutrientes que son realmente importantes, como por ejemplo la vitamina C, el zinc, el selenio, los ácidos grasos omega-3, etc. En realidad cualquier deficiencia nutricional provocará una respuesta inmunitaria reducida y un mayor riesgo de infecciones. Por eso debemos evitar las carencias, y además conocer qué nutrientes nos pueden ayudar a estar más fuertes. Uno de ellos es la vitamina C o ácido ascórbico, del que muchos estudios hablan por su capacidad para fortalecer el sistema inmunitario. En condiciones de estrés, ya sea físico o psicológico, las concentraciones en el plasma de vitamina C y de leucocitos disminuyen de forma importante. La vitamina C se encuentra en frutas y verduras, principalmente en aquellas que están crudas, ya que esta vitamina se destruye con el calor y con el oxígeno del aire. Tenemos suerte pues somos un país rico en frutas y verduras, así que este privilegio hay que aprovecharlo.

Los siguientes tres consejos son sencillos y útiles para aumentar nuestra ingesta de vitamina C, y de otros nutrientes también importantes para nuestra inmunidad:

*Consumir a diario por lo menos tres raciones de fruta
*Consumir dos raciones de verdura, una cruda y una cocinada
*Tomar zumo de naranja natural y recién exprimido a diario

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