lunes, 17 de junio de 2013

EDUCACIÓN ALIMENTARIA, APRENDER A COMER!

Ya sabemos que el método pedagógico que tiene más influencia es dar ejemplo, por lo tanto, si queremos enseñar a nuestros pequeños a comer bien, tenemos que poner en práctica la dieta que predicamos.

En todos los ámbitos de la vida, la educación, la pedagogía y la transmisión de valores, requieren de gran  paciencia, persistencia y seguridad. ¿Verdad que cuando los niños aprenden a leer o a ir en bicicleta, enseñamos sin vacilación e insistimos un día y otro hasta conseguirlo?, ¿qué pensaría un niño si su padre o su madre intenta un día enseñarle a ir en bicicleta, pero como no le ha ido bien, no lo vuelve a intentar? Hombre, pero eso no lo haríamos, claro! Pues con la comida es igual, es necesario aprender a reconocer y disfrutar de diferentes sabores y texturas, pues de bebés sólo reconocemos como alimento seguro el sabor dulce de la leche materna... y a partir de ahí hay mucho recorrido que hacer.


Normalmente no pensamos en lo que cuesta crear un hábito saludable, ¿cómo conseguimos que los niños se laven los dientes cada día de una forma automática, autónoma y espontánea? Cuesta tiempo pero insistiendo día tras día se consigue y así lo hacemos. Y tener paciencia, ya que el aprendizaje es efectivo solamente en entornos positivos. Procurar no crear connotaciones negativas a las horas de las comidas, es básico.

Con los alimentos debemos hacer lo mismo. No importa si un día no hemos conseguido que prueben algo, otro día lo intentaremos, y así hasta conseguirlo. Si estamos seguros de que algo es bueno para ellos, así lo hacemos, así que aportar seguridad y serenidad es fundamental. Por ejemplo, aunque al niño no le guste el tomate o no lo quiera probar, no dejaremos de poner uno o dos trocitos en su ensalada, y animarle siempre a que se los coma. Y aunque al final pruebe un trozo minúsculo, eso es un triunfo y nos ayudará a que el próximo día pruebe otro trocito... Bien!

Pero sobre todo, hay algo que nunca debemos hacer. No debemos premiar que el niño se coma un alimento saludable (verdura, pescado, fruta, etc) con dejarle comer un alimento "no tan saludable"... Eso da el mensaje directo de alimentos buenos y malos que no nos interesa para nada a nivel de educación alimentaria.  Todos los alimentos caben en una alimentación equilibrada pero algunos sólo son para consumo ocasional.

Y si alguien sabe un montón de esto es Lindarina, Hada de los Alimentos, ella ha puesto su magia, dándoles colores variados, cuantos más alimentos de distintos colores comamos, más magia (energía) tendremos.

;-)

Fuente: Què hi ha per a sopar? de Laura Isabel Arranz. La Patumaire Edicions


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