¿Qué se lleva en otoño? Si
hablamos de alimentación la respuesta es claramente las verduras. Esta
temporada las reinas de las recetas son el calabacín, la calabaza,
el brócoli, los puerros, las patatas, las setas, el apio, etc. Ya sea en acompañamientos, como
complementos de nuestras recetas o como primeros platos, las verduras son salud
pero sobre todo un placer. ¿Qué tal una crema tipo Vichyssoise o un calabacín a
la brasa o un salteado de verduras?
Por desgracia, las verduras no
siempre se aceptan con el mismo entusiasmo que otros alimentos. Normalmente
pensamos en los niños, pero ellos están aprendiendo a comer y es normal que la
aceptación de alimentos sea un proceso lento que requiere paciencia, buenas
recetas y tiempo. Pero también muchos adultos tienen poca afinidad por este
grupo de alimentos tan importantes para nuestra salud. Y el secreto para
incorporarlos con facilidad es encontrar recetas o elaboraciones que las hagan
más atractivas para nuestro paladar. Así, con el tiempo serán la elección
imprescindible cuando comemos en casa o en el restaurante.
Hablemos un poco de su importante
papel en la nutrición y la salud. Simplificando podríamos decir que las
verduras aportan vitaminas, minerales, fibra y todo ello con muy pocas calorías!
Es por eso que si las incluimos en nuestras comidas, conseguimos incluir más
nutrientes y reducir el contenido calórico. Pero, ¿cuántas raciones de verduras
debemos comer? Se recomienda tomar 2 raciones al día, una de verduras en crudo,
en forma de ensaladas, y la otra como verduras cocinadas. Ambos se pueden
presentar como un plato único o como acompañamientos.
¿Y cómo podemos combinarlas con
el resto de alimentos durante el día? Por ejemplo, si hemos comido al mediodía un
plato basado en arroz o pasta (carbohidratos) y de segundo una carne (proteína),
sería ideal acompañar este segundo plato con ensalada y por la noche
prepararnos una cena a base de una verdura cocinada o una crema de verduras que
pueden preceder a un pescado o una tortilla. Las recetas con verduras son cada
vez más variadas y apetitosas, por ejemplo podemos preparar un salteado al wok de
calabaza, calabacín, cebolla y puerro que acompañará perfectamente a cualquier
tipo de alimentos (arroz, carnes, pescados, etc). También podemos aprovechar
otros productos típicos del otoño como las setas que, aunque no son ni
vegetales ni animales, sí son una buena opción a nivel nutricional con muchos
minerales y muy muy pocas calorías. Un salteado de setas combina con
prácticamente todo!
En el caso de los niños, y los no
tan niños, cuando no aceptan bien la verdura podéis empezar con algunos “trucos”
para mejorar el resultado. Cuando deis a probar por primera vez una verdura
combinadla con algún otro alimento que guste más, como por ejemplo las patatas,
el huevo, el atún, el jamón serrano. No será lo mismo si la primera vez que
presentáis un brócoli lo hacéis tal cual o acompañado con patata y con un poco
de huevo duro rallado por encima. ¡La cosa cambia! También es muy importante
tener en cuenta que al principio lo importante es que las prueben sin importar
demasiado la cantidad que coman. Una vez superada la primera barrera, todo será
más fácil.
Para ampliar la gama de opciones
y recetas, las verduras pueden también combinarse con legumbres como garbanzos
o judías blancas, que tienden a ser bien aceptadas y sustituirían un poco la
función de la patata en un plato de verduras, aunque las legumbres tienen mucha
más fibra. También en ocasiones podemos prepararlas con cremas, nata para
cocinar o gratinadas con queso, pero tenemos que tener en cuenta que estas
opciones serán mucho más calóricas y debemos dejarlas para ocasiones especiales.
Al final las verduras tienen que gustar con el mínimo de “camuflaje” posible,
de lo contrario no estamos consiguiendo el objetivo.
Y por último, no olvidemos que las
verduras (y las ensaladas) son regalos para la salud y también el paladar. No
debemos castigar o premiar a los niños con la comida, esto crea vínculos
negativos con la alimentación y en etapas más avanzadas, como la adolescencia,
puede crear problemas. Evitemos frases como "Si te comes verduras, te voy
a dar una sorpresa", pues ya estamos transmitiendo al niño que las
verduras no son buenas (son un castigo) y que las golosinas son mucho mejor (premio).
Y los adultos no debemos sentirnos “mal” por escoger en el restaurante un plato
de verduras o una buena ensalada, eso no significa que estemos a dieta o que no
podamos comer otros platos, sino que decidimos disfrutar con un plato más
ligero y sano.
En general, deberíamos comer más
cantidad de verduras, así que, aunque no seamos vegetarianos, dejémonos
contagiar un poco por las virtudes de este grupo de alimentos y todas las
recetas increíbles que podemos preparar o disfrutar.
Salud!!!
Email: info@gananutricion.es
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