viernes, 12 de septiembre de 2014

CON LA VUELTA AL DESPACHO Y AL COLE... ¿QUE NO SE NOS OLVIDE EL DESAYUNO!

Muchas veces no somos conscientes de la importancia de ciertos aspectos simplemente por lo cotidianos que son. Pero, ¿a que cuando se nos acaba el detergente sabemos que debemos comprar más?, ¿o que no se nos olvida llenar el depósito del coche cuando se está quedando sin combustible?... Entonces, ¿por qué al despertarnos no siempre desayunamos? 

Lo mismo que sucede en el caso del coche que se está quedando sin combustible pasa con nuestro organismo después de tantas horas sin comer (mientras dormimos): necesita reponer nutrientes que ha ido consumiendo constantemente. El desayuno es muy importante para el rendimiento a lo largo del día, tanto de los más mayores como de los más peques de casa, pero resulta aún más primordial en los niños ya que por estar en etapa de crecimiento el recambio y necesidades de nutrientes son aún mayores. Omitir el desayuno supone una ingesta menor de nutrientes que es dificil compensar con el resto de las comidas. Asimismo, la etapa escolar es un pilar en la consolidación de los hábitos alimentarios saludables y de actividad física, y la familia se convierte en la principal referencia de alimentación en los niños. Es por ello que resulta importante la educación alimentaria que se ofrece en casa y la manera en que se hace: una actitud demasiado autoritaria o demasiado permisiva puede llevar a establecer futuras conductas restrictivas en la alimentación. 

El contexto nos condiciona... 

Puede que alguno se haya quedado prácticamente tirado en mitad de algún sitio por no llenar antes el depósito del coche, pero son muchos más los casos de personas que olvidan o dejan de desayunar a diario. Es cierto que el ritmo de vida actual nos exige tiempo para muchas tareas y los horarios muchas veces no ayudan, pero… ¿a que nos tomamos nuestro tiempo para vestirnos antes de salir de casa?, ¿por qué no hacemos lo mismo con el desayuno?, ¿tanto cuestan al menos 10-15 minutos de tiempo?... ¡Cuánta pereza nos da!... Si muchas veces buscamos mil y una recetas para ganar en salud, ¿por qué no empezamos con algo tan sencillo y que empieza a primera hora del día y que nos dará mucha energía?

Obviamente, es importante procurar que nuestro desayuno sea lo bastante completo incorporando por lo menos cereales o pan, alguna pieza de fruta sencilla de comer, y algún lácteo, de manera que nos pueda mantener activos en nuestras tareas y también saciados hasta la siguiente comida que hagamos. También podemos repartir los elementos del desayuno en dos tomas, la primera antes de salir de casa y la segunda a media mañana (la pieza de fruta por ejemplo si no la hemos tomado).
 
Regalaos ese momento para empezar bien el día y, en el caso de los papás y mamás, no se vale niños comisqueando algo del camino al cole!!! Dedicad unos minutos de vuestro tiempo a compartir esta comida con vuestros hijos para que vayan adquiriendo este hábito, ya que como bien dice el refrán “predicar con el ejemplo es el mejor argumento” ;)

Ilustración por Toni Tèrmens. Què hi ha per a sopar? La Patumaire Edicions, 2011.


Jonathan Hernández
Dietista-Nutricionista

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