En nuestro organismo disponemos de un sistema de defensa muy complejo, se trata del sistema inmunitario, que nos protege contra las agresiones externas como, bacterias, virus, hongos, parásitos, o determinadas sustancias, que forman parte del mundo que nos rodea. Como para cualquier otro sistema u órganos del cuerpo, un buen estado nutricional es uno de los factores más importantes para su funcionamiento. Por ello, una correcta alimentación es la base para aportar a nuestro sistema inmunitario todos aquellos nutrientes que necesita para realizar su trabajo, manteniéndonos sanos y previniendo posibles infecciones.
Hay una serie de nutrientes que son realmente importantes, como por ejemplo la vitamina C, el zinc, el selenio, los ácidos grasos omega-3, etc. En realidad, cualquier deficiencia nutricional provocará una respuesta inmunitaria reducida y un mayor riesgo de infecciones. Los siguientes tres consejos son sencillos y útiles para aumentar nuestra ingesta de estos nutrientes:
*Consumir a diario por lo menos tres raciones de fruta
*Consumir dos raciones de verdura, una cruda y una cocinada
*Tomar zumo de naranja natural recién exprimido a diario
Estas recomendaciones son muy básicas pero nuestro sistema de vida, con un elevado grado de estrés y de falta de tiempo, en ocasiones dificulta seguirlas. Por ello debemos tomarlas como prioritarias y hacer un hueco en nuestra rutina para comer bien. Además, en determinadas épocas del año, como puede ser el otoño o el inicio del invierno, podemos tomar algún tipo de suplementación con vitaminas y minerales, o productos ricos en nutrientes como la jalea real o el polen.
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