jueves, 5 de febrero de 2009

Érase una vez...

Érase una vez un niño que no quería comer. Edu era pequeñito y a la hora de las comidas siempre tenía cualquier otra cosa más interesante que hacer, jugar, ver la tele, distraerse con una mosca e incluso dormirse! Le parecía la mar de aburrido y agobiante estar ahí quieto sentado en la trona, esperando a ver venir esa cuchara, llena hasta rebosar, acercarse a su carita... continuará...

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